El reportaje explica la importancia de estudiar tanto al hombre como a la mujer para realizar un buen diagnóstico: la fertilidad es cosa de dos
Cuando una pareja no logra el embarazo, el origen del problema puede estar tanto en el hombre como en la mujer. «Las causas se reparten entre ambos sexos y así lo vemos cada día en la consulta», afirma el doctor Brassesco, Director Médico y andrólogo del CIRH. Según las estadísticas, el 40% de los problemas de fertilidad son atribuibles al hombre, el 40% a la mujer y el 20% tienen una causa mixta. «Por ello, la infertilidad en la pareja hay que abordarla también desde el punto de vista del hombre», prosigue.
La edad es el factor que más condiciona la fertilidad en ambos sexos. «Los dos miembros de la pareja tienen que ser conscientes de su reloj biológico cuando recurren a las técnicas de reproducción asistida», afirma la Dra. Amelia Rodríguez, Directora Médica de Clínica Eugin. En el caso de la mujer, la capacidad de conseguir el embarazo disminuye, sobre todo, a partir de los 35. «El problema que nos encontramos es que cada vez son más las mujeres que retrasan la edad de ser madres, por cuestiones personales, profesionales y económicas, mientras que la calidad de los ovocitos va disminuyendo con el paso del tiempo», afirma la doctora Amalia Rodríguez.
El efecto de la edad en el hombre
En el caso del hombre, «la fertilidad también decrece con la edad, aunque de una manera más lenta», asegura el doctor Brassesco. El hombre produce espermatozoides prácticamente durante toda su vida pero, con el tiempo, éstos se hacen más escasos, perdiendo parte de su capacidad reproductiva.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la edad no es el único factor que determina la fertilidad en los hombres. También está condicionada por el estilo de vida (alimentación, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, obesidad, estrés, etc.), así como problemas de salud como varicocele, fimosis, infecciones urinarias y determinadas disfunciones sexuales. «Hay enfermedades como el varicocele que siempre han estado ahí – asegura el Doctor Brassesco–, pero han surgido otros factores como la contaminación, no solo en el aire que respiramos: la alimentación, los pesticidas y conservantes de los productos que comemos que pueden corregirse con mejores costumbres, logrando así mejorar la calidad de semen».
Fertilidad femenina
En el caso de la mujer, uno de los problemas más frecuentes es la falta de ovulación debido a un problema hormonal, como el síndrome de ovario poliquístico, etc. También puede deberse a un problema del útero (malformaciones, presencia de pólipos o miomas, endometritis, etc.), anomalías en las trompas de Falopio, alteraciones del cuello del útero y factores genéticos. «Es imprescindible hoy que la mujer esté informada y que exista sensibilización respecto a la fertilidad, la gran mayoría desconoce el impacto de la edad de la mujer y las posibilidades reales que estas tienen respecto a su fertilidad», explica la Dra. Rodríguez.
Ante un caso de infertilidad, el primer paso será acudir a un centro especializado para estudiar tanto al hombre como a la mujer para conseguir un diagnóstico correcto y decidir cuáles serán los tratamientos más adecuados. «Es evidente que quien carga con la peor parte de un proceso de Fecundación In Vitro son las mujeres, pero el hombre también sufre, porque la infertilidad masculina tiene una carga negativa en una sociedad. Por ello, los problemas de infertilidad han de abordarse desde una perspectiva común, como una cuestión de pareja», concluyen los expertos. En el caso de él, la primera prueba que debe realizarse es un seminograma (análisis de semen) porque ofrece una información muy valiosa y completa a la hora de decidir qué técnicas de reproducción asistida son las más adecuadas. En el caso de ella, se llevará a cabo un análisis hormonal completo, una ecografía.