El Dr.Mario Brassesco, director médico del CIRH y especialista en andrología, habla para Radio W Colombia sobre el aumento de la infertilidad masculina.
En Europa hace muchos años que se hacen estudios sobre la capacidad reproductiva del hombre, y esto es debido a que se puede medir la calidad del semen del hombre y su movilidad, explica el Dr. Brassesco en la entrevista concedida para Radio W Colombia, el pasado 28 de enero. Según las estadísticas que se han trabajado en los últimos 50 años, los hombres europeos son mucho menos fértiles hoy. Esto afecta a la cantidad de espermatozoides pero también su calidad, relata el especialista.
Disminución de fertilidad y un aumento de la necesidad de hacer técnicas de reproducción asistida en todos los países.
La OMS y numerosas sociedades científicas pero también la propia experiencia de clínica Eugin internacional y Cirh en Barcelona, cuenta el doctor, muestran un mismo patrón en todo el mundo. No es que un lugar se mantenga el índice de fertilidad y en otros disminuya. “Con lo cual es un fenómeno global” y “la disminución de la calidad del semen del hombre y el aumento de la edad de la mujer que se quiere quedar embarazada es cada vez es más frecuente”, concluye.
Brassesco explica que existen varios factores que determinan ese cambio que vivimos en la calidad del semen. “Algunos siempre han estado ahí, como el varicocele y enfermedades de este tipo”, explica. “Pero han surgido otros como la contaminación, no solo en el aire que respiramos: la alimentación, los pesticidas y conservantes de los productos que comemos. A esto se suma el aumento de las mujeres que, al querer tener hijos más tarde, necesitan de una pareja con mejor calidad del semen”, asegura.
Los hombres también sufren
El factor psicológico también influye en un proceso de reproducción asistida. Brassesco opina que “una de las cosas más duras que puede recibir un hombre es saber que tiene dificultad para tener hijos” porque se está dañando esa imagen de masculinidad, el estereotipo de macho. El hombre juega un rol de protector en la sociedad y en el matrimonio, en casa, y en muchos casos como en procesos de reproducción asistida, de gran carga psicológica, no pueden jugar su rol de ser fuertes para la mujer, de apoyo. “Los hombres también tienen derecho a expresar ese sufrimiento”, explica el doctor que lo vive de primera mano en su consulta cuando se quedan a solas con ellos.