Autor: Josvany René Sánchez Curbelo, médico especialista en Andrología y Endocrinología.
Durante el proceso de envejecimiento los hombres y mujeres experimentan cambios debidos a múltiples factores, entre ellos, los hormonales juegan un papel muy importante. Esto genera una serie de cambios funcionales que muchas veces afectan a procesos importantes del organismo y se traducen en síntomas y signos.
Una de las hormonas que se afectan con la edad son las llamadas “hormonas sexuales” y que también juegan un papel fundamental en la salud reproductivas y en otras muchas funciones. Pero su insuficiencia o deficiencia en el sexo masculino no se conoce tanto, ni se habla de ella tanto como en el femenino.
Por eso, en este artículo hablaremos de la andropausia, coloquialmente también conocida como «menopausia en hombres», incluyendo información sobre mitos y realidades al respecto.
¿Qué es la andropausia?
Existe una creencia difundida de que este cambio hormonal es similar entre hombres y mujeres. Sin embargo, no lo es. La disminución de los niveles de testosterona en los hombres, que se asocia con el envejecimiento, es progresivo y menos evidente que en las mujeres durante la menopausia. Otro elemento importante es que se presenta en un adulto que previamente tenía una función hormonal (testosterona) normal.
Más que “Andropausia”, a este estado clínico se le ha preferido llamar Deficiencia de testosterona relacionada con la edad o Hipogonadismo de inicio tardío (HIT).
¿A qué edad comienza la andropausia y cuánto dura?
La deficiencia de testosterona relacionada con la edad es el resultado de la disminución de los niveles de testosterona libre (1-2% por año) debido al proceso de envejecimiento normal del varón. Solo afecta a un porcentaje de hombres y su prevalencia aumenta progresivamente con la edad: 7% entre los 40-60 años, 21% entre los 60-80 años y 35% en mayores de 80 años.
Como tal, no existe una edad media concreta, ya que, a diferencia de lo que sucede en las mujeres, estos descensos hormonales pocas veces provocan síntomas. Solo cuando los valores de la testosterona disminuyen por debajo de los valores considerados como normales pueden aparecer manifestaciones clínicas y afectación de algunas funciones y procesos en el organismo que pueden afectar la salud y la calidad de vida del hombre.
Además de por la edad, las concentraciones de testosterona pueden ser influenciadas por otros factores como: dietas pobres en grasas, tabaquismo, alcohol, obesidad, enfermedades crónicas (aterosclerosis, insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio, diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica, hepatopatías crónicas, úlcera gástrica, crisis de artritis reumatoide, cáncer) o por fármacos (glucocorticoides, neurolépticos). Cuando alguna de estas enfermedades o condiciones está presente, la testosterona puede retornar a la normalidad una vez superado el proceso causante.
Síntomas de la andropausia
Para hacer el diagnóstico de la andropausia son importantes los síntomas y signos clínicos, pero siempre acompañados de la determinación de los valores de testosterona en sangre.
Los signos y síntomas que se le atribuyen a la menopausia masculina pueden incluir:
- Disminución del deseo sexual.
- Erecciones involuntarias (durante el sueño o al despertar) menos frecuentes.
- Mayor necesidad de estímulos físicos (requiere de más caricias) y la excitación requiere de más tiempo para producir efecto (erección).
- Erecciones de peor calidad.
- Orgasmo menos intenso y de menor duración.
- Disminución de la calidad del semen con declinación paulatina de la capacidad reproductiva.
- Menor volumen y proyección de la eyaculación.
- Debilidad general, cansancio y falta de apetito.
- Cambios en el humor y funciones cognitivas, con la consiguiente disminución de la actividad intelectual. Dificultad para la concentración, para la orientación espacial, depresión, ansiedad, irritabilidad e insomnio.
- Mayor frecuencia para orinar, así como cambios en el volumen de orina.
- Cambios metabólicos: resistencia a la insulina que puede llevar a la diabetes mellitus tipo 2.
- Aumento de volumen de las glándulas mamarias (Ginecomastia).
- Disminución de la masa muscular.
- La osteoporosis y fracturas son más frecuentes en hombres con déficit de testosterona.
El envejecimiento en sí, algunos factores del estilo de vida, otras enfermedades o algunos factores psicológicos son condiciones que pueden cursar con síntomas o signos muy parecidos a los mencionados anteriormente. Es por eso que, para poder diagnosticar un hipogonadismo de inicio tardío, es necesario que un profesional solicite un análisis para cuantificar los niveles de testosterona en sangre y pueda valorar la necesidad de pautar alguno de los tratamientos indicados en estos casos.
Otras enfermedades o condiciones que pueden afectar los niveles de testosterona:
- Diabetes mellitus tipo 2/ Síndrome metabólico.
- Infección por VIH.
- Enfermedades crónicas: Insuficiencia renal, Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, Artritis inflamatoria crónica.
- Trastornos de la alimentación. Entre ellos las dietas muy restrictivas en grasas.
- Ejercicio de resistencia extremos.
- Alcoholismo crónico.
Tratamiento para la andropausia
Por lo tanto, el tratamiento para el hipogonadismo de inicio tardío se fundamenta en: Mejorar los factores del estilo de vida y tratar correctamente las enfermedades crónicas (si existen). Si a pesar de ello los niveles sanguíneos de testosterona se mantienen por debajo de los valores normales entonces hay que valorar el tratamiento sustitutivo con preparados de testosterona.
Hay distintas formas de administración de la testosterona como tratamiento. En nuestro medio, a día de hoy, los que utilizan de forma habitual son geles de uso tópico o inyecciones intramusculares. Es por ello por lo que si presentas alguno de estos síntomas consultes a un Andrólogo o Endocrinólogo para que valore cada caso en particular y pueda tomar la conducta más adecuada.
No se recomienda y hay que tener mucho cuidado con la automedicación con suplementos de testosterona porque el tratamiento con testosterona está contraindicado en algunos casos y también puede tener efectos secundarios. Es por ello la importancia de siempre solicitar la valoración por parte de un médico especialista en el tema.
Si quieres consultar con un especialista que pueda ayudarte y brindarte el mejor asesoramiento, contáctanos llamando al 932 806 535 o pide cita. En CIRH somos especialistas en fertilidad femenina y en fertilidad y salud sexual masculina.
