Nuestras pacientes forman parte de nuestra historia. Todas son especiales y únicas y por eso las recordamos
Todas las historias de nuestras pacientes merecen ser contadas. Ponerse a recopilar información, redactar, preguntar, ponernos en contacto con todas ellas es una labor extensa y no todas quieren que sean contadas. Sin embargo, nos hemos propuesto entre todos intentar acercaros aquellas historias que nos podáis trasladar y que puedan ser escritas. Así, estaremos ayudando a más mujeres que, como para la paciente de los “huevos de oro”, todo el equipo del CIRH nos convertimos en algo más que un recuerdo con final feliz.
Una cálida acogida
El Doctor Mario Brassesco abre la puerta de su consulta y saluda a la paciente con afecto, igual que saludaría a su hija o a un amigo al que hace tiempo que no ve. Ella se acerca para entregarle una bolsa de plástico que el doctor agradece entusiasmado y deposita detrás de su escritorio. Él parece saber cuál es su contenido aunque no lo mencionen.
La paciente ha hecho un largo viaje hasta el centro y está nerviosa. Él la tranquiliza: “Mujer tranquila, estás embarazada, ya está hecho”, se oye decir al doctor. Ella no se lo cree, el segundo intento y parece que está vez sí. Se le nota que le da miedo, hasta se mueve con cuidado, por temor a hacer algo que pueda estar arriesgando la vida del futuro bebé.
“Vamos a verlo”, exclama el Dr. Brassesco. Ella se instala y posteriormente el doctor le enseña en la pantalla la ecografía y sube el volumen del altavoz. Los latidos del corazón suenan en el pequeño despacho. La mujer se emociona, el doctor le ofrece un pañuelo mientras la anima diciéndole que ahora tiene que hacer vida totalmente normal: “ya está mujer, no llores”, insiste Brassesco, “es tiempo de reír”.
El agradecimiento
Horas después le preguntamos al doctor qué había en la bolsa de plástico. “Huevos de su granja”, contestó, “siempre me trae huevos cuando viene”. La paciente le cuenta que esos huevos están criados en el campo, que son huevos “de verdad”. Me quedé con el dato y con la reflexión: para el doctor esos huevos simbolizan la mejor tortilla que se haría esa misma noche con su familia, por la calidad de los huevos y por el agradecimiento que significaba. Unos huevos “de oro”. Para ella, esa noche significaría el inicio de una nueva vida, habiendo logrado lo que tanto quería.
Para cualquier duda o consulta relacionada con este u otros temas relacionados, no dudes en contactar el equipo médico del CIRH, estaremos encantados de ayudarte.
Equipo CIRH